Cuando se trata de un niño en el espectro, la presencia de comportamientos repentinos o crónicos que son agresivos, extraños o socialmente inapropiados pueden presentar desafíos que uno puede sentirse mal preparado para comprender y enfrentar.
Estar preparado con anticipación puede ser de gran ayuda para manejar estos problemas de manera tranquila y lógica. Las siguientes preguntas y respuestas cubren algunos de los problemas más comunes que surgen con el comportamiento de los niños (y algunos adultos) que tienen un trastorno del espectro autista (TEA):
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El comportamiento de mi hijo ha cambiado repentinamente; ¿Qué tengo que hacer?
En primer lugar, haga que el niño sea visto por un médico. Los niños con TEA a veces no pueden identificar y/o vocalizar sus sentimientos, por lo que es posible que no puedan expresar el dolor causado por una afección médica que ha surgido rápidamente, por lo que es importante descartarlo.
Una vez que se haya determinado que no hay problemas médicos, evalúe si se han producido o no cambios en la rutina o el entorno del niño recientemente. Recuerde que incluso los cambios pequeños, como reorganizar una habitación o cambiar la iluminación o las marcas de champú, pueden molestar a alguien con TEA y provocar «conductas de afrontamiento».
Mi hijo no entiende los límites físicos y trata de abrazar a extraños; ¿Qué tengo que hacer?
Recuerde que los límites sociales son muy difíciles de comprender para alguien con TEA; rápidamente asumen que lo que está bien en casa o con amigos está bien como regla general.
Para combatir esto, intente escribir una «historia social» (con imágenes si es posible) que explique por qué las personas abrazan a amigos y familiares, pero no a extraños. Un estilo de formato de tira cómica suele ser ideal para estos.
Trate de enseñar formas más apropiadas de mostrar afecto a los extraños en lugar de simplemente limitar el comportamiento problemático, ya que se debe alentar a las personas con TEA a interactuar socialmente tanto como sea posible/agradable. Sugiera saludar a los extraños en su lugar, por ejemplo, o mantener la puerta abierta para ellos. Recompense al niño por practicar estas habilidades alternativas.
Considere realizar un “curso de capacitación” general de habilidades sociales para el niño, explicando en forma de historia por qué las personas se saludan de la manera en que lo hacen, se separan como lo hacen, etc.
Mi hijo se pone muy ansioso durante los descansos ya la hora del almuerzo; ¿Cómo la ayudo a lidiar con esto?
Los recesos escolares a menudo estresan a las personas con TEA porque son tiempos no estructurados y, a menudo, implican una sobrecarga sensorial (ruido de muchos niños jugando, mucho movimiento).
Considere tener un trabajador de apoyo que se quede con su hijo durante estos momentos y estructure el tiempo de descanso en torno a ciertos juegos cada día para crear una rutina.
También puede buscar grupos de apoyo especiales en la escuela para personas con ASD que se centren en enseñar a los niños habilidades sociales de una manera que puedan manejar. De esta manera, el niño desarrolla una red de compañeros y recibe estructura y apoyo, con alguien disponible para ayudarlo a solucionar sus problemas particulares con la interacción social.
Dele a su hijo métodos para indicar su angustia al personal si no puede vocalizarla fácilmente, como escalas de estrés, para que el personal sepa cuándo es el momento de un «tiempo fuera» de las situaciones sociales. Asimismo, enséñele a su hijo técnicas saludables de relajación para usar durante estos descansos, como escuchar música suave o practicar la respiración profunda.
Si los descansos siguen siendo demasiado abrumadores, solicite permiso a la escuela para que su hijo los pase en la biblioteca o en la sala de computadoras.
Mi hijo se resiste mucho a la tarea, ¿Qué debo hacer?
En primer lugar, debe evitar descartar esto como mera rebeldía, terquedad o pereza. La tarea es un concepto legítimamente difícil para muchas personas con TEA, porque pueden encontrar la escuela estresante y sentir una fuerte necesidad de evitar recordarla, tienen dificultades para organizarse lo suficientemente bien como para hacer frente a la tarea y los plazos, y es posible que simplemente no entiendan por qué el trabajo escolar debe hacerse en casa (entra en conflicto con su sentido de la rutina).
Para ayudar a su hijo a sobrellevar la tarea, intente lo siguiente:
- Asegúrese de que lleve un diario escrito de todo lo que debe hacer cada día para que se sienta estructurado y no abrumador.
- Sugiérale a su hijo que haga su tarea en la escuela durante los descansos y la hora del almuerzo. Esto puede reducir la ansiedad de los descansos no estructurados y reducir la cantidad de trabajo que se debe hacer en casa, lo cual es beneficioso para el niño. También puede haber clubes de tareas después de la escuela que el niño puede usar, lo que tiene la ventaja adicional de fomentar la interacción de una manera estructurada.
- Asegúrese de recompensar al niño por la tarea que haya completado y estructurar en el tiempo de relajación.
Mi hijo reacciona mal cuando digo ‘no’ a algo.
Para empezar, diferencie entre si el niño realmente se resiste o no al concepto de ser rechazado, o si simplemente no le gusta el sonido del «no» de la obra; algunas personas con ASD pueden ser bastante sensibles a ciertos sonidos. Trate de usar una palabra que suene más suave que “no” (o un indicador visual) y vea si el niño responde de manera más positiva.
Si se trata del concepto de rechazo, trate de explicar el «por qué» detrás del rechazo. A menudo, los niños con TEA tienen dificultades para determinar las motivaciones de los demás, lo que puede volverlos rígidos o estar a la defensiva. Si el niño entiende lógicamente por qué la respuesta es no, él o ella puede comprometerse mucho más fácilmente. Mantenga horarios que muestren que las actividades agradables volverán a ocurrir otro día, para ayudar a un niño a desconectarse de los pasatiempos que disfruta.
Recuerde reaccionar con calma (algunas personas con TEA se sentirán abrumadas por la emoción, mientras que otras buscarán el estímulo de que les griten) y establezca reglas, límites y horarios claros, concisos y predecibles.